Hola Samanta, soy consciente de que no te descubro nada nuevo si te digo que portas una cualidad, eres médium, y entiende esto como has de entenderlo, los médium son aquellos que tienen el campo espiritual más alto, esto les habilita para recibir mensajes de entidades energéticas, no tienes porqué hablar con los que se han ido, o tal vez sí, eso lo hacen solo una parte de los médium, otros tienen sueños, visiones, premoniciones, oyen voces, etc ¿a que grupo perteneces?, curiosamente ahora se están cruzando en mi camino demasiadas personas especiales, algo las manda hasta mi, creo que para que yo se lo confirme y tomen conciencia de que para evolucionar y seguir avanzando lo primero que han de hacer es reconocer que portan una cualidad y tienen la obligación de descubrir cual es y potenciarla, porque si no nunca serán del todo felices ¿te resulta familiar lo que te digo? puedo equivocarme, pero sería la primera vez, yo no puedo indicarte cual es tu misión, ni como puedes potenciarla, es un trabajo que has de hacer tu.
Te adjunto la ficha de tu evaluación y un pdf donde vienen enumerados los distintos problemas para que puedas entender mejor en qué consisten, si tienes dudas me preguntas.
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Curiosamente no es la primera vez que yo recibo este tipo de mensajes sobre mí y mi trabajo con este tipo de energía en otra vida de parte de personas también especiales que por algún motivo se están cruzando en mi camino en esta etapa de vida crítica e intensa. Pero tu evaluación bioenergética y tu interpretación me emocionaron de una forma especial, tanto que necesité llorar, han removido ante mis ojos la secuencia de mi vida, y desde entonces no he podido parar de escribir. Comparto contigo algunas de las cosas que he escrito durante los últimos días. Gracias por las preguntas directamente dirigidas a mí, tu interés en mi naturaleza y el hecho de que tengas sincero interés en que te responda. Y disculpa si me he tomado mi tiempo en responder.
Desde pequeña manejo un lenguaje simbólico que he plasmado en mis escritos e ilustraciones, y que reflejan mis intereses en folklore, mito-historia, antropología, filología (soy filóloga), cuentos medicinales, psicología arquetípica, tarot, alquimia del alma, salud holística, chamanismo, brujería, magia, medicina de la tierra a través del poder, magia y conocimiento ancestral que recogen las recetas con plantas, hierbas y alimentos silvestres del apotecario de las brujas, y en general las antiguas tradiciones de sabiduría. Pertenezco a una tribu de inadaptados sociales, renegados, neurodivergentes, hipersensibles, raras avis, místicos, salvajes, chamanes, magos, brujas, mujeres medicina, sabios, locos, visionarios y médiums.
Tengo la llamada de lo antiguo en mi interior, y siento una reverente fascinación por el pasado, un tiempo aparentemente muy lejano del que me ha tocado vivir y por lo que solía pensar que había nacido fuera de época, pero cuyas historias y canciones sin embargo llevo tejidas en los huesos, y que me ayudan a ver y así comprender el sentido verdadero de las cosas.
Me siento atraída inexorablemente (y ésa es mi esperanza en mi proceder), por una cuestión de afinidad de energías, hacia lugares, actividades y personas, donde siento que ya he estado antes, que ya he hecho antes, o que ya he conocido antes. Creo, más que en la reencarnación, que mi cuerpo no-físico ya ha existido anteriormente a través de mis antepasados (antepasadas).
Me reencuentro en textos que son voces del pasado que ha huído de la tierra al hilo de los tiempos... Tengo la necesidad de dejarlo todo por escrito, como un rastro de migas de pan, quizá para mí misma, quizá no.
De repente me encuentro hablando de cosas o investigando sobre cosas sobre las que no he oído hablar en mi vida, que nadie me ha contado nunca, ni he leído en ninguna parte, pero a las que tenía que llegar porque me Llaman. Tengo memoria ancestral. He venido con recuerdos, legado y akasha, que a mi vez siento la responsabilidad de transmitir, en un acto justo y equilibrado de heredar y legar.
Somos las nietas de aquellas mujeres que no pudieron quemar. Y de las que sí. Porque si yo me vuelvo sin hijos, estoy segura que alguien tomará mi relevo. Como yo he hecho. Pues la energía se regenera. Hueso a hueso, pelo a pelo, vocablo a vocablo. Y así el pneuma, la dorada semilla serpenteante que corre por las venas de magos y brujas, de brujos y magas, trazando sobre la tierra roja su camino torcido (Dos caminos se me ofrecen/ He escogido el menos frecuentado/ Ésa es toda la diferencia), sigue, como siguen sus nombres… y así el prodigioso espectáculo continúa, y habremos contribuido con un verso si es una rima con el universo, y sin embargo lo conmueve.
Hablo lo que Siento, y en ocasiones cuando he hablado, he profetizado.
Creo en las Almas Antiguas, los Niños Índigo, los Espíritus Guía, los Animales Totémicos, las Fylgjur, las Völvur, el Seidr, el chamanismo, la magia, la brujería de cerco, los psicopompos, la partería espiritual, las señales, manitous, runas, oráculo, tarot alquímico, las Påskärringar y Blåkulla, las Fae, hadas, gnomos, elfos, duendes, hobbits, los Extraños Vecinos habitantes del Pueblo Tranquilo bajo las Colinas Huecas y por encima de la Tierra de los Muertos. La Práctica del Oficio y el Arte. Los Trabajos Sagrados del Fuego y del Hogar. El Otro Mundo, el Mundo Espiritual, el Elphame. En sus moradores y en quienes conocemos y guardamos los accesos entre los dos mundos por nuestra cualidad liminal, medial, que explica nuestra naturaleza, nuestra razón d’être. Los médium vivimos simultáneamente en los dos mundos: el plano del mundanal ruido, que a menudo es demasiado para nosotros y nos daña, de modo que cada vez lo sentimos menos como nuestra casa natural; y el mundo de lo intuitivo, la parte de nosotros que siente, la que entiende símbolos, conexiones y cosas del alma, la que sabe más, la que existe más, la que no puede ser contenida por lo racional, el reino oculto del potencial de la prístina esencia y de las profundidades del alma, de donde procede la llamada de la casa del alma de la mujer salvaje.
La Mujer Medial tiene las raíces de su psique en ambos mundos, entre los que va y viene, portadora de mensajes, danzando, cantando sobre los huesos, compartiendo sus historias y otras formas de arte con las que cobran forma y sentido sus experiencias en el otro lado, y escuchar sus maneras de relacionarse con el mundo, así como compartir las peculiares herramientas y visiones místicas que emplea para sus trabajos mágicos, antiguos y sagrados, nos recuerda cómo prometimos vivir antes de venir aquí, tal y como vivimos en un tiempo en que nuestra sangre permaneció imantada a la tierra.
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