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(Lentas se hacen hoy en la piedra nuestras tortillas guatemaltecas de harina de maíz)
(Menos finas que las tortillas mexicanas, su aplastado es también manual, en lugar de con un prensa tortillas o aplastón)
Calentamos el comal o plancha por unos 5 minutos. Pasamos un papel untado en aceite de oliva, y bajamos la flama. NO volveremos a poner más aceite en el comal durante todo el proceso. Mantener el fuego un poco alto y constante.
*500g de harina de maíz ecológico (aunque para que la masa sea más elástica y, por tanto, menos quebradiza y más manejable, podemos mezclar con otra harina p.e. kamut o trigo khorasan. Mmmm... quéee tortillas más buenas voy a hacer con harinas de maíz y kamut!)
*Agua (la que vayamos necesitando para que la masa no quede reseca, ni nos pasemos de agua. Aprox. 500ml)
En principio, no se añadiría nada más, pero algunas recetas de tortillas tradicionales, y depende de la zona, también le añaden
*Sal marina (2 cp)
*Manteca vegetal o aceite de oliva virgen ecológico
Yo primero pongo la harina en mi cuenco de madera o banetton, luego añado la sal, voy amasando y añadiendo el agua, voy probando qué tal va la masa haciendo bolitas y aplastándolas, hasta que no haga rajitas por los bordes (mientras tanto, es que está reseca, y sigue necesitando agua), y por último hago un cráter al medio, y añado un chorrito de aceite de oliva rico rico :)
Reservar las tortillas calentitas, envueltas con papel de cocina y un paño. Cuenta la tradición que, siendo las tortillas frías un insulto, son motivo de divorcio y adulterio jajaja!... :O Y es verdad. Si tenemos tortillas de una comida para otra, mejor las calentamos antes un momentito en el comal, ¡y tendremos tortillas como recién hechas otra vez!
P.S. Tengo que decir que estas tortillas las acompañé de pollo con hortalizas, todo cortado en juliana para fajitas mexicanas. Primero se saltean las tiras de pollo ecológico (los pollos viven al aire libre y su alimentación es completamente natural) o, como mínimo, campero (los pollos viven al aire libre y su alimentación se compone de pienso natural p.e.85% y el resto es pienso compuesto, o sea, con hormonas, posiblemnete transgénicos..) en una sartén con un poco de aceite de oliva. Luego añadí sal marina, pimienta negra, cúrcuma, curry y pimentón dulce. Y por último añadí el pimiento rojo, el pimiento verde, y calabacín en lugar de cebolla.
- La historia que hay detrás de este cambio #confessionsofakitchenwitch
El pasado 6 de diciembre 2013, y debido a una inflamación de la pared de mi intestino delgado, dejé de comer seitán, un alimento elaborado enteramente a base de gluten de trigo (además de agua, hierbas y especias). Hace unos meses, y de manera instintiva, empecé a dejar de comer tofu, y posteriormente leí algunos estudios que comprometen el tofu (es un cuajo, no un fermento, elaborado a partir del haba de soja) con la salud gastrointestinal, hierro y tiroides. Desde hace un par de años, me he tenido que revisar periódicamente mi hierro y mi tiroides, el primero por anemia y la segunda, por un aumento progresivo de la hormona TSH en las últimas revisiones, hasta sobrepasar el nivel 10, momento en que me propusieron entrar al tratamiento con hormonas para hipotiroidismo clínico, y que, obviamente, rechacé, dispuesta a confiar en la capacidad de mi organismo para revertir la situación de manera natural, estabilizando los niveles alterados, si conseguía averiguar qué le faltaba o qué le sobraba a mi cuerpo a través de mi alimentación, estilo de vida, etc. He de decir que, aunque seguía dispuesta a seguir mi propio camino, cuando recibí los resultados de mi última analítica hace quince días, no albergaba demasiadas esperanzas de que la situación hubiera revertido. Así que cuando leí que los niveles de TSH habían bajado de más de 10 a poco más de 3, confieso que se me llenaron los ojos de lágrimas!!! Tampoco hay rastro ya de anemia, ni en los niveles de hierro, perfectamente normales, ni de ferritina, que son los depósitos de hierro. Hip-hip, Hurrah!! So raise your glass if you are wrong in all the right ways.
Reservar las tortillas calentitas, envueltas con papel de cocina y un paño. Cuenta la tradición que, siendo las tortillas frías un insulto, son motivo de divorcio y adulterio jajaja!... :O Y es verdad. Si tenemos tortillas de una comida para otra, mejor las calentamos antes un momentito en el comal, ¡y tendremos tortillas como recién hechas otra vez!
P.S. Tengo que decir que estas tortillas las acompañé de pollo con hortalizas, todo cortado en juliana para fajitas mexicanas. Primero se saltean las tiras de pollo ecológico (los pollos viven al aire libre y su alimentación es completamente natural) o, como mínimo, campero (los pollos viven al aire libre y su alimentación se compone de pienso natural p.e.85% y el resto es pienso compuesto, o sea, con hormonas, posiblemnete transgénicos..) en una sartén con un poco de aceite de oliva. Luego añadí sal marina, pimienta negra, cúrcuma, curry y pimentón dulce. Y por último añadí el pimiento rojo, el pimiento verde, y calabacín en lugar de cebolla.
- La historia que hay detrás de este cambio #confessionsofakitchenwitch
El pasado 6 de diciembre 2013, y debido a una inflamación de la pared de mi intestino delgado, dejé de comer seitán, un alimento elaborado enteramente a base de gluten de trigo (además de agua, hierbas y especias). Hace unos meses, y de manera instintiva, empecé a dejar de comer tofu, y posteriormente leí algunos estudios que comprometen el tofu (es un cuajo, no un fermento, elaborado a partir del haba de soja) con la salud gastrointestinal, hierro y tiroides. Desde hace un par de años, me he tenido que revisar periódicamente mi hierro y mi tiroides, el primero por anemia y la segunda, por un aumento progresivo de la hormona TSH en las últimas revisiones, hasta sobrepasar el nivel 10, momento en que me propusieron entrar al tratamiento con hormonas para hipotiroidismo clínico, y que, obviamente, rechacé, dispuesta a confiar en la capacidad de mi organismo para revertir la situación de manera natural, estabilizando los niveles alterados, si conseguía averiguar qué le faltaba o qué le sobraba a mi cuerpo a través de mi alimentación, estilo de vida, etc. He de decir que, aunque seguía dispuesta a seguir mi propio camino, cuando recibí los resultados de mi última analítica hace quince días, no albergaba demasiadas esperanzas de que la situación hubiera revertido. Así que cuando leí que los niveles de TSH habían bajado de más de 10 a poco más de 3, confieso que se me llenaron los ojos de lágrimas!!! Tampoco hay rastro ya de anemia, ni en los niveles de hierro, perfectamente normales, ni de ferritina, que son los depósitos de hierro. Hip-hip, Hurrah!! So raise your glass if you are wrong in all the right ways.
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